José Espinosa Jácome
Cuando regrese tendrá la mañana su mismo caballo. Sobre la mesa el tiempo enjaulado nos verá. En el rincón colgará toda ropa, el contacto en su boca, y en su prado el azor. Ya que retorne verá repentina la voz del calostro. Sobre la cama oirá la caricia resollar. Se bañará de ostras, palmas, y flores, y verá los efectos por el torso pasar.
domingo, 22 de febrero de 2009
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